Con exámenes, graduación y Altos Grados, Hiroshima Shudokan México cierra un gran año

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Con exámenes, graduación y nuevos Altos Grados, Hiroshima Shudokan México cierra un gran año

Un estupendo cierre de año tuvo la organización Okinawa Seito Karate Do y Kobudo Hiroshima Shudokan México, la cual, durante dos días, llevó a cabo una jornada de exámenes y de graduación de grados kyu, Cintas Negras y Altos Grados con respaldo de la sede central de Japón.

Estas actividades se llevaron a cabo el pasado jueves de manera presencial y virtual desde Argentina y Venezuela, los cuales fueron dirigidos por  Kyoshi Josué Arredondo Rivera, representante en México de dichas organizaciones, y con el aval de su presidente desde Japón, Hanshi Yoshiki Tokuyama, así como de la World Martial Arts Federation – Karate Do Association.

Las instalaciones de la escuela de Ktuma, del maestro Miguel Ángel Vallejo, fue el espacio donde se dio la primera parte de los exámenes para grados kyu, Cinta Negra, grados Dan y Cinta Roja y Blanca de 7° Dan.

Las evaluaciones iniciaron con ejercicios de calentamiento, técnicas básicas y avanzadas para cinco de los candidatos a subir de grado, en tanto que otros practicantes lo presentaban de manera virtual desde sus respectivos países.

Enseguida, se pasó a la presentación de kata, de acuerdo al grado, para continuar con una presentación de defensa personal del estilo Ktuma, por parte del maestro Miguel Ángel Vallejo y un grupo de sus alumnos, así como de rompimientos de tablas.

La siguiente etapa fue otra presentación de kata avanzadas, para enseguida proseguir con una intensa prueba de acondicionamiento y resistencia física.

La jornada de exámenes pasó a la etapa de kumite libre por parte de los grados kyu y cinta negra, así como de ne waza o pelea en piso por parte de los aspirantes a grados Dan y Cinta Roja y Blanca, con lo cual esta evaluación llegó a su fin, para cerrar la sesión con el saludo tradicional y las fotos oficiales.

Graduación y entrega de 10° Dan a Hanshi Roberto García e In Memoriam a Hanshi Isao García

Las actividades prosiguieron al día siguiente, con la Ceremonia de Graduación de Cintas Negras y Altos Grados, así como el de 10° Dan para Hanshi Roberto García Morales, quien acudió como invitado de honor, así como In Memoriam para Hanshi Isao García Moreno.

La entrega de estos grados tuvo la certificación de la Okinawa Seito Karate Do y Kobudo Hiroshima Shudokan, tanto de México como de Japón, por parte de Hanshi Yoshiki Tokuyama, así como de la World Martial Arts Federation – Karate Do Association.

Este importante evento se realizó en un salón para eventos sociales, donde todos aquellos que recibirían sus nuevos grados se presentaron pulcramente vestidos con karategui, y acompañados por sus familiares.

La ceremonia fue abierta por Kyoshi Josué Arredondo, quien presentó a la mesa de honor encabezada por Hanshi Roberto García Morales y Arturo Cruz Cabrera, presidente del Claustro Doctoral Iberoamericano, entre otras personalidades de las artes marciales y la cultura.

Acto seguido, se pasó a realizar el saludo tradicional para que, entonces, los que habrían de recibir su grados se sentaran en posición de seiza para recibir su nueva cinta y grado.

Con gran respeto, se despojaron de su cinta antigua para recibir su nuevo cinturón y grado, para enseguida ponerse de pie para que éste le fuera sujeto y amarrado por parte de un grupo de maestros.

Cuando este ritual hubo concluido, Kyoshi Josué Arredondo emitió unas palabras de felicitaciones y el compromiso que este gran paso representa para su persona y para la misma Okinawa Seito Karate Do y Kobudo Hiroshima Shudokan México, que este año tuvo grandes logros y crecimiento a nivel nacional.

Tras estas palabras, los nuevos Cinta Negra Shodan pasaron a presentar un kata por tiempos, en la que en determinada posición, uno de sus grados mayores pasó para que rompiera una tabla con el puño, patada o rodilla, así como sobre sus extremidades.

Esta última prueba para demostrar ser merecedora de su nuevo grado 2° Dan, la realizó la Sensei Martha López Díaz de León, solo que desde una posición fija, siendo su esposo Kyoshi Josué Arredondo quien pasó a romper 15 tablas sobre su cuerpo y extremidades.

A estas pruebas le siguió el ahora Kyoshi Miguel Ángel Vallejo, quien en compañía de alumnos de Ktuma hizo una demostración de defensa personal de esta técnica, así como de rompimientos.

Terminadas las demostraciones, llegó el momento de la entrega del grado 10° Dan Hanshi Roberto García, quien tras unas palabras de agradecimiento y felicitación a los nuevos graduados, solicitó un minuto de aplauso en honor a Hanshi Isao García, a quien igualmente le fue entregado el 10° Dan In Memoriam.

Esta ceremonia cerró con una comida, partida de pastel y brindis de buenos deseos por la próxima Navidad y Año Nuevo.

Legado, responsabilidad e importancia de la familia en las artes marciales

Un hecho relevante y que pocas veces se registra en las artes marciales de México, fue que, en estos eventos, se afianzó la unión de las escuelas Okinawa Seito Karate Do y Kobudo Hiroshima Shudokan México, representada por Kyoshi Josué Arredondo Rivera, y Ktuma, dirigida por Kyoshi Miguel Ángel Vallejo Méndez.

Pero con ellos, también estuvieron sus hijos Josué Rubén Arredondo y Gael López Díaz de León, así como Ángel Ollín y Andrés Alejandro Vallejo Díaz, quienes en entrevista, comenzaron la responsabilidad que tienen por continuar el legado de sus padres.

En el caso de Josué y Gael, el Karate Do es una forma de vida cotidiana, en la que tiene que entrenar todos los días para lograr llegar a ser un 6° Dan, además de que ha sido una parte muy importante que sirve para cada día de su vida.

En cuanto a Ángel y Andrés, Ktuma forma parte de su vida, de su esencia de sí mismos, donde buscan que sea una libre expresión, además de que ayuda a responder a las diferentes situaciones que se presentan en la vida, además de que este sistema marcial es para alguien que busca algo nuevo y ser excepcional, con esfuerzo, sacrificio, e incluso, lágrimas.

Respecto a la responsabilidad de continuar el legado de Okinawa Seito Karate Do y Kobudo Hiroshima Shudokan México, Josué Rubén comentó que es una gran responsabilidad, algo muy pesado y fuerte, porque aún no cuenta con las cualidades que tiene su padre, pero para eso entrena y se capacita para crecer más que su papá.

En el caso de Gael, comentó que aunque no cuenta con las capacidades de su padre, se esforzará para poder alcanzarlo, o apoyar a la organización en alguna de las áreas administrativas.

Para Ángel Vallejo, el seguir con el legado de Ktuma es un peso sobre los hombros, pero al mismo tiempo, es algo muy preciado porque tiene el ejemplo de todo lo que ha logrado su padre.

Por su lado, Andrés coincidió en que es un gran peso y responsabilidad, porque, además de que es una persona con carisma, sabe llevar sus negocios y controlar grandes responsabilidades.

Ambos hermanos coincidieron en que deben continuar el legado ya que lo llevan en la sangre.

Importancia de la Familia

Relacionado con este legado, esto fuera posible si no se considerara la importancia de la integración familiar para salir adelante, particularmente en la Okinawa Seito Karate Do y Kobudo Hiroshima Shudokan México.

Sobre ello Kyoshi Josué Arredondo y su esposa Sensei Martha López Díaz de León, resaltaron la fortaleza que, como familia artemarcialista, les ha dado el dirigir la Okinawa Seito Karate Do y Kobudo Hiroshima Shudokan México.

Kyoshi Josué Arredondo dijo que es una gran emoción y alegría el compartir el tatami con sus hijos y esposa, en cada clase, kata y combate, al ver que, como familia, lo disfrutan de igual manera.

En cuanto a la responsabilidad como madre, esposa y jefa de familia, la Sensei Martha López comentó que el arte marcial les ha dado empoderamiento y es la enseñanza que les dan en sus entrenamientos, desde los pequeños hasta los grados más altos, ya que se viven los valores de las artes marciales, dentro y fuera del tatami.

En cuanto a lo que es ser hijo y vivir dentro de una familia marcial, Josué Arredondo recordó lo emocionante cuando empezó su entrenamiento de pequeño, la motivación por parte de su papá, así como los regaños que lo llevaron a ser un buen Cinta Negra.

Para Gael, el ser parte de una familia karateka es importante y feliz al ser parte de ellos y apoyar en todo lo que esté a su alcance.

Y como buena familia mexicana, todos agradecieron a Dios el poder vivir esta experiencia y seguir adelante.

Fotos: Midori Valle y Roberto Balderas | Sendero Artes Marciales.

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