Uno de sus grandes sueños había sido el competir en un Campeonato Mundial de Karate, y en días pasados, la Sensei Carmen Venegas Álvarez logró ir al 12th WUKF World Karate Championships donde, aunque no logró llevarse una medalla, ganó la experiencia de su vida.
Está por cumplir 60 años, de los cuales 26 han sido en la práctica del Karate-Do estilo Shotokan, en el cual se inició en la escuela Shoken Rei Shotokan con Sensei Alejandro Zúñiga, en el DIF Miguel Hidalgo de la zona centro de Tlalpan.
En este dojo, la Sensei Carmen Venegas llegó a cinta café, hasta que cambió a la escuela Akari, con el Sensei Jaime H. Valdez, con quien inició desde cinta verde, pero donde logró obtener su Cinta Negra y en 2007 comenzó a dar clases por indicaciones del Sensei Francisco Lazcano.
Ahora, está en la organización Karate Mushinkan JKA de Sensei Jonathan López Juárez, a quien le solicitó autorización para ir a competir al 12th WUKF World Karate Championships, de la World Union of Karate Do Federation (WUKF), el cual se realizó del 11 al 14 de julio en el Centro de Convenciones Cintermex de Monterrey, Nuevo León, donde acudieron más de 2 mil competidores de 24 países.
Con gran emoción y una gran sonrisa, la Sensei Carmen Venegas Álvarez cuenta cómo fue esta experiencia; este sueño que tenía desde hace años, el de estar en un Campeonato Mundial y el cual pensó que nunca lograría lograrlo. Pero no fue así.
Sentada en un restaurante, tomando una taza de chocolate, la maestra que actualmente se enfoca en dar clases a grupos infantiles, emana una gran energía al recordar lo que fue el llegar a este evento junto con su hija y su yerno, quienes también compitieron, y al lado de practicantes de América y Europa.
“Fue algo increíble, no lo podía creer. Yo, Carmen, casi a mis 60 años, estaba en un campeonato del mundo, junto a competidoras de Perú, Argentina, Brasil, Estados Unidos, Irlanda y de otros países, casi todas más altas que yo, ¡pero lista para competir!”.
“Cumplí mi sueño, el sueño de Carmen. Fue un reto que me hizo pensar muchas cosas de mí misma.
Primero ver a Carmen en el espejo, ver su físico, bajita y otras cosas, y que al final ya no eran impedimentos, ya no eran obstáculos, sino que pasaron a ser mis aliados; mi edad… voy a cumplir 60 este años”.
Con lágrimas asomando en sus ojos por revivir esa emoción, la Sensei que inició la práctica del Karate a los 32 años, comentó que tuvo muchas reflexiones sobre ella misma, al estar frente al tatami y ver a las otras competidoras.
“Las vi y me dije: no soy ni seré voy a ser como esa persona. Entonces, tengo que estar conmigo, en mi interior ¿qué tengo aquí?, ¿qué tengo dentro de mí?, ¿qué tengo para dar? fuerza… ya no; elasticidad… tampoco. ¡Pero tengo espíritu!, tengo ganas, tengo poca estatura que, a final de cuentas, vienen a ser un factor a mi favor, si lo sé aplicar”.
Estos pensamientos la llevaron más allá de la competencia sobre el tatami, pues se enfrentó al mayor reto: el superarse para dar lo mejor para sí misma. Sin dejar los sentimientos que la volvieron invadir, comentó parte de lo que razonó.
“Entonces, al interiorizarme y ver quién soy, me dije: ¿qué quiero?, ¿qué puedo lograr?. tuve que ser consciente y en lugar de tirarme a llorar, solo me quedaba trabajar, estar conmigo para hacer lo que sí podía y sacarlo adelante, eso es todo. Porque el saber lo que tenía, lo que soy y lo que quería, es lo que me podía llevar hacia arriba, y ahora estaba en un Mundial”.
Las meseras que atendían y pasaban junto a la mesa miraban el entusiasmo de la Sensei Carmen, quien, con una gran sonrisa, casi a carcajadas y sin pudor, dijo no haber ganado medalla porque sus compañeras iban mejor preparadas..
“No gané porque mis competidoras fueron mejores, eran mil veces mejor que yo. Me faltó entrenamiento físico, emocional, sentimental, me faltó mucho entrenamiento. Pero, al final del día, ya tuve lo que yo quería: ¡Quería ir a competir a un Mundial, sentir un mundial! ¡Y lo logré, lo sentí!. Eso para mí fue mejor, incluso, que una medalla.
Porque el haberme dado esa oportunidad fue algo único… no sé cómo explicarlo, fueron muchas, muchas emociones”.
A este punto, unas lágrimas de gran emoción del recuerdo, escurrieron de los ojos de Sensei Carmen Venegas.
“Fue el gusto, la gran alegría de estar allí y sentir que lo logré. Sentí los nervios y el miedo de estar en un Mundial; sentir la adrenalina, no solo de mi parte, sino la de mis compañeras y de las demás áreas que estaban al tope.
Se siente, se palpa esa fuerza, además de la presión de las gradas al escuchar ¡México! ¡México!, cada que veían el escudo, porque no era Carmen, Guillermina o alguien, sino que era el país, ¡era México!.
Es algo que te hace sentir que no cabes en todas las áreas, te hace sentir súper grande. ¡Eso fue lo máximo!.
Mi categoría fue de 51 a 60 años, con siete competidoras, en kata todos los estilos, donde viví lo que es lograr un sueño que nunca imaginé lograr: Competir en un Campeonato Mundial de Karate, ¡y lo hice! ¡Fue la experiencia de mi vida!”.
Fue la Experiencia de su Vida… y la sigue viviendo. ¡Felicidades!
Fotos: Cortesía Sensei Carmen Venegas Álvarez.
