Artistas marciales y del arte dramático unieron sus talentos para realizar una fusión de ambas disciplinas como un medio para la expresión del ser y la comunicación, en lo que fue la primera presentación de la clase muestra “Kung Fu Lenguaje Escénico”.
Las instalaciones de la escuela de arte dramático CasAzul, fue la sede de esta presentación a cargo de la compañía de actores y artistas marciales Trasatlántico, dirigidos por Yaride Rizk Covarrubias, quien además de ser practicante de kung fu estilo Wudang, es creadora de teatral y cinematografía.
La presentación inició con una explicación sobre los motivos y alcances de la fusión de las artes marciales y escénicas, donde también participaron el profesor Leonel Pedraza, de la escuela Longmen Kung Fu de Wudang, así como Gerardo Trejo Luna, artista y asesor escénico.
Esta misma charla, fue preámbulo para la presentación del avance del montaje “Estado Salvaje”, donde participan la Romina Di Nardo, actriz egresada de CasAzul, Constanza Carando, artista marcial y María del Mar Bravo, artista marcial y bailarina profesional.
Al término de la presentación, se realizó una sesión de preguntas y respuesta con los involucrados en esta presentación y el público asistente, donde se abordaron temas de las diferentes expresiones de las artes marciales y escénicas, así como las grandes posibilidades de enriquecimiento mutuo.
Al respecto, Yaride Rizk, comentó que “Estado Salvaje” vendría a ser continuación del primer intento que se llamó “Godínez”, donde se mezclaron el arte escénico y marcial, para narrar la vida y sentimientos internos de un oficinista.
“Di una clase teórica donde expongo todos los puntos de encuentro entre ambas disciplinas, presenté un video de mi primer trabajo, en el 2016, y este año se presentó un avance de la obra “Estado Salvaje”, con una actriz y dos artistas marciales en escena”.
Comentó haber sentido una apertura y disposición por parte de los asistentes a esta presentación, cuya experiencia es un reto que tiene que tejerse poco a poco, para que el artista marcial se abra a la posibilidad de un encuentro escénico, así como para que el artista escénico se abra a la posibilidad de un arte marcial como entrenamiento y medio de expresión escénica.
“Esta unión ha sido de manera intuitiva, (para) ‘de-construir’ las formas para ponerlas al servicio del personaje o de la obra de teatro, y creo que se logró un nexo de comunicación entre ambas disciplinas que tiene que afinarse…”.
Yaride refirió que hay experiencias internacionales donde utilizan las artes marciales como parte de la formación escénica, pero su investigación se encamina a fusionar ambas disciplinas, hasta encontrar un gancho que las una para complementarse, lo cual sucederá al seguir experimentando”.
Por su parte, María del Mar Bravo indicó que esta experiencia la conectó consigo misma, como tanto como artista marcial y de escena, al sentir emoción, intuición, amor, arte, ritmo, contacto humano, presencia y valor, entre otras emociones.
“Las prácticas marciales espirituales forman parte de la vida, cómo te haces presente en el escenario, en la manera en cómo uno resuelve de manera intuitiva… una conexión mente, emoción y cuerpo, de manera integral”.
Para Gerardo Trejo Luna, el fusionar el arte escénico y marcial como lenguaje en una expresión escénica, ha resultado un evento importante, por el hecho de que en un espacio como lo es la escuela de actuación CasAzul, abriera sus puertas para esta posibilidad y experiencia donde se fusionan estas dos artes.
“Tengo muchos años haciendo teatro, haciendo lo que me nace, he sido atacado por mi postura, pero estoy muy interesado por este tipo de nuevas formas; es muy emocionante estar cerca de estos artistas escénicos y marciales”.
Consideró que este ejercicio puede ser una herramienta o una técnica para el actor, y al mismo tiempo el entendimiento de las artes escénicas, lo que será un complemento para los artistas de ambas disciplinas que apenas comienza a surgir.
“Considero que la semilla de cualquier discurso, debe de tener una profundidad y sentido personal de quien lo realiza, en este caso, Yaride encontró en las artes marciales un camino filosófico-espiritual para unir con el arte escénico”.
Para Ignacio Flores De la Lama, Director de CasAzul, esta propuesta escénica representó una experiencia muy interesante, donde se buscan los puntos de convergencia y los vasos comunicantes entre dos formas de arte y disciplinas.
“Pienso que desde el punto de vista escénico hay mucho por explorar todavía, no me parece que las artes marciales y escénicas ya hayan encontrado todo lo que pueden encontrar. Pienso que apenas está iniciando esa fusión virtuosa, digamos que es como recién casados que todavía no saben lo que la vida les depara”.
El directivo refirió que actualmente hay otras disciplinas que han encontrado un ‘maridaje’ muy acertado, como la ópera y el rock ópera, donde la arquitectura, daza y actuación se han fusionado de manera muy afortunada.
“Lo que vimos sobre la escena fue una fusión de lenguajes; el kung fu más allá de ser un arte marcial, es también una forma de expresión del ser, en este punto, el arte marcial y escénico tienen un punto de encuentro muy claro que es la expresión del ser”.
Con este inició, consideró que se tiene que trabajar para encontrar en qué momento la dsiciplina se cruza con la ficción, porque esencialmente en el teatro se cuentan historias, por lo que se tiene trabajar y explorar para encontrar esos puntos de encuentro hasta lograr una hibridación donde ambos lenguajes ofrezcan una expresión escénica con identidad propia.