La satisfacción de vivir y sentir el taichi en diferentes aspectos de su vida llevaron a integrantes del Templo Club Loto Blanco a destacar en dos de las más importantes competencias virtuales de taichi realizadas en China, y a días de este logro, esta satisfacción aún la viven al haber sido parte de una hermandad para promover una actividad por la salud en el mundo.
Club Loto Blanco está se ubica en Iztapalapa, al oriente de la Ciudad de México, donde la enseñanza de artes marciales florece a cargo de su director Sifu Rodrigo García – Shi Heng Sheng, y sus alumnos e instructores Andrea Acuña Cabanzo y Ricardo Galván Ramírez.
Ellos formaron parte del grupo y competidores que participaron en la Copa Internacional Junzheng Online de Tai Chi de la Familia Yang (iJOC), así como en la Copa Mundial Junzheng en China, de la Asociación Internacional de Wushu, de esta misma nación.
A unas semanas de esta competencia, la sonrisa de satisfacción se mantiene, y Shifu Rodrigo García comentó, junto a sus alumnos e instructores, que a estas competencias se invitó a todos los practicantes de taichichuan del mundo para animar a la gente a practicar esta disciplina, a fin de demostrar que ésta es para el bienestar y la salud.
“Ellos son mis instructores del Club Loto Blanco, participaron otras personas que en estos momentos no están presentes”.
La competencia fue en línea, para lo cual, enviaron videos de una forma a mano desnuda o con espada, y aunque lo hicieron para disfrutar de la práctica y ser parte del objetivo de unir a la gente en la práctica del taichi, su dedicación los llevó a colocarse entre los tres primeros lugares.
Una de las ganadoras fue Andrea Acuña Cabanzo, quien destacó el logro de haber sido parte de un evento, donde además de ganar un lugar, fueron parte de una reunión mundial para promover una actividad para otorgar salud a las personas.
“Nos fue súper bien, porque fue muy bonito recibir los resultados, porque el objetivo de participar siempre fue visibilizar los beneficios que sabemos tiene el taichi para las personas. Fue una participación en amistad con el mundo, además de la ilusión de que la calificación que nos iban a dar era desde el otro lado del mundo, que iba a haber jueces de muchas partes”.
Para ella, más que una competencia, la satisfacción fue el ser parte de la creación de una hermandad, donde muchas personas, desde distintos lugares del mundo, se unieron para buscar una transformación.
“Tenemos que ver que esto fue parte de una transformación, en cuanto a favor de nuestra salud; en cuanto al torneo, fue muy interesante. Estamos llenos de alegría en el lugar en que quedamos, nos sentimos muy agradecidos por la invitación que nos hicieron”.
Este mismo sentimiento expresó Ricardo Galván Ramírez, quien comentó que, para este reto, tuvo comenzó a prepararse con un año de anticipación, tiempo en el cual logró sentir cada movimiento de su forma para poder transmitir en cada movimiento.
“Me da mucha tranquilidad, me pone en armonía, además de que el taichi es una disciplina, también es una forma de vida que nos ayuda a la salud y practicarla nos da muchos beneficios”.
Importancia de la competencia
El ser parte de una competencia internacional es importante, pero la Copa Internacional Junzheng Online de Tai Chi de la Familia Yang y la Copa Mundial Junzheng en China, tuvieron aspectos muy particulares que las hicieron aún más relevantes.
Esto lo comenta Shifu Rodrigo García quien, de manera breve, comentó el hecho de que, para haber tenido el reconocimiento para participar en estos eventos, tendrían que haber ido a China, (situación que tenían planeado para este año), pero por la situación mundial no les fue posible, pero al recibir la invitación “fue como si China viniera a nosotros”.
“La importancia es porque (los organizadores) son los organismos más importantes en China, en cuanto al taichi se refiere. En el caso de la Familia Yang, son una referencia histórica desde 1800, aproximadamente, hasta nuestras fechas”.
Para este reto internacional, Sifu Rodrigo Sheng comentó que el Templo Club Loto Blanco preparó y presentó la forma 22 de la Familia Yang, la cual está estructurada para que se entienda el taichi en su aspecto marcial, meditativo y para la salud, misma que en su versión corta dura de 4 a 5 minutos, ya que la original llega a realizarse hasta en 25 minutos.
De acuerdo a Andrea Acuña, esta forma tiene los movimientos esenciales y fue creada por el maestro Yang Jun, como su aportación al ser heredero de la Familia Yang, con los elementos esenciales de la forma larga, pero adaptada para la competencia.
Sentir el Taichi
Al hablar sobre lo que es vivir el arte marcial del Taichi, tanto Sifu Shi Heng Sheng como sus alumnos, expresan una emoción que se refleja en sus rostros.
Sin dudarlo, Andrea refiere:
“Yo me transporto, es como si viajara en el tiempo. El taichi del estilo Yang no es muy fácil de practicar, porque en términos de técnica es muy estricto, y lograr sentir la energía cuando practicas este estilo toma tiempo”.
Sentimiento similar lo expresa su maestro, quien ahonda en el tema al referir la energía que despierta en todo el cuerpo.
“Al momento en que lo empiezas a hacer (taichi), empiezas a sentir cómo tu cuerpo empieza a tener un calor muy agradable, como cuando te abrazan, que va recorriendo todo el cuerpo. Después, mientras estás concentrado en que el movimiento sea correcto, la mente está centrada en ese punto, en el que el movimiento debe ser correcto, adecuado, tranquilo y relajado. Esa sensación se va para todo el cuerpo. La mente se tranquiliza, dejas de pensar en otras cosas”.
“Las piernas se sienten más poderosas, esa energía corre por tu cuerpo, (y) en tres meses empiezas a sentir mejorías; te vuelves más tranquilo, más fuerte y ágil, y si tienes algún dolor, éste empieza a desaparecer, gracias al movimiento de músculos y tendones, es una sensación que se siente muy bien, maravilloso”.
El Ying-Yang llevado al día a día
Al hablar de la energía que se despierta al realizar Taichi, Sifu Rodrigo García transmite esta emoción de manera que se hace sentir en el ambiente, ya que, como dijo, este arte se vive cada día.
Esto, dijo, se logra gracias a la dedicación y concentración que se da al realizar cada forma, gracias a lo cual, con la práctica persistente, la misma energía y dedicación se aplica en cada acción que se realiza cada día.
“Dejas de prestar atención e importancia a las cosas que pasan alrededor. Se ven con una mente calmada y puedes tomar decisiones más acertadas. La práctica del Taichi reduce el estrés, mejora el sistema nervioso, muscular y óseo. Ayuda a fortalecerte y, de repente, te das cuenta que haces algo que mejor a tu vida.
“Te vas a dar cuenta que toda tu vida es un Ying y un Yang. Te das cuenta de que cuando tienes un problema, no es para siempre, se tiene que mover, se hace Taichi. Se entiende que la vida es así y se vive una vida más a gusto”.
Más que buenos resultados
Esta dedicación tuvo resultados y esto se dio en el caso del Templo Club Loto Blanco que logró el tercer sitio en competencia por grupo en la Copa Online Internacional Junzheng de Tai Chi de la Familia Yang.
La misma posición la tuvieron Ricardo Galván Ramírez y Virginia Aguilar, además de Andrea Acuña Cabanzo, quien además de esta posición en la competencia de la Familia Yang, logró ganar el la medalla de plata en la Copa Mundial Junzheng en China, algo que realzó la participación de todo el grupo.
Al respecto, la alumna e instructora comentó sentirse alegre y sorprendida al haberse ubicado en esta posición en una competencia donde participaron más de 1300 practicantes, lo que representó un logro para compartir para su templo, su Maestro Sifu Rodrigo García, para México y para su país de origen, Colombia.
“Yo soy colombiana de nacimiento, pero de corazón en México. Ha sido mi segundo hogar en la vida y las artes marciales, fue un orgullo traer este regalo a México y al Maestro que me ha entregado su conocimiento”.
La misma satisfacción fue para Sifu Rodrigo García, quien comentó que, además del logro de las medallas, la satisfacción principal fue la de participar y divertirse en un evento internacional y, especialmente, ser parte de un movimiento para fomentar la salud en el mundo.
“Es un orgullo que todos los que participaron hayan logrado un lugar a nivel mundial, porque quiere decir que estamos haciendo un buen trabajo, y esto lo dijeron los jueces que lo evaluaron y nos dieron tercer y segundo lugar a nivel mundial, es un logro para el Templo Club Loto Blanco”.