Con una intensa hora de técnicas sobre piso, y luego de una semana de festejo con clases especiales de jiujitsu y judo, así como una gran energía positiva de todos los asistentes, se llevó a cabo el cierre de graduación de la academia Promahos-Zenith BJJ, a seis años de haber iniciado actividades.
Una gran fiesta marcial de siete días pareciera no ser suficientes para quienes forman parte de esta organización, dirigida por Sensei Itzel Bazú Aguilar, primera mujer mexicana en obtener la Cinta Negra de Jiujitsu Brasileño (BJJ, por sus siglas en inglés), pues luego de intensas sesiones, la energía al cierre de la conmemoración se mantenía encendida.
Esta fue la sensación en la última fecha de actividades, la cual, después de varias actividades y la foto oficial, cerró con una hora intensa de ‘rol’, donde entre aplausos y porras, los graduados tuvieron que demostrar sobre el tatami la técnica y el corazón para demostrar el porqué de su nuevo grado o cinta.
Caminando entre lo que podría parecer una ‘lucha campal ordenada’, Sensei Itzel Bazúa Aguilar, caminaba vigilante de que todo marchara adecuadamente, apoyada con sus compañeros cinta negra y grados avanzados de la academia.
Gracia a este apoyo, la primera mujer Cinta Negra en México de BJJ, la cual le fue entregada por su maestro Robert Drysdale, pudo platicar sobre esta celebración, la cual, dijo, se realiza cada seis meses.
Mencionó que como representante del equipo Zenith México e instructora en jefe de Promahos BJJ y MMA, esta graduación se realiza en todas las escuelas de la academia, y tiene su cierre en la matriz de la Ciudad de México, para celebrar medio año de entrenamientos y crecimiento, así como el otorgamiento de grados y cambios de cintas.
“El festejo dura una semana completa, con maestros invitados. Este semestre se los dedicamos a los maestros Cinta Negra que han representado a México de buena manera a nivel internacional. Estuvo con nosotros Julio Córdova, Alberto Serrano, y grandes competidores mexicanos como Ángel Gómez, Christian del Mal, quienes compartieron sus experiencias y enseñanzas con los alumnos”.
Además, dijo, estuvo Moe Ayala, uno de los mejores Cintas Negras, segundo grado de Zenit, para impartir clases y avalar los exámenes y grados entregados.
Además de las súper clases para niños, cintas blancas y de color, así como las actividades de jiujitsu y judo, al último día se realiza una hora de ‘rol’, sin descansos, donde los graduados deben demostrar sobre el tatami que tiene el corazón que su grado le requiere.
Respecto a cómo inició hacer seis años, Itzel Bazúa comentó sentirse feliz por el ver el cambio de un área de 37 metros cuadrados y seis alumnos, al área de un piso con decenas de practicantes.
“Ver a mis alumnos crecer y entrenar con dedicación ha sido invaluable; siento que tener esta escuela es mi manera de dar de vuelta todo lo que el jiujitsu me ha dado”.
“Agradezco a todos. Promahos es una escuela abierta, donde pueden visitarnos de otras escuelas, de México o del extranjero”.
A todos los practicantes de artes marciales, recomendó “entrenar donde se sientan mejor, preguntar siempre a los instructores, apoyar y respetar a todos sus compañeros, hasta que al mirar hacia abajo, veas una cinta negra”.
