Víctor Medina, su travesía por las artes marciales, la acupuntura y ahora en el Hapkido

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Víctor Medina, su travesía por las artes marciales que lo llevó a la acupuntura y sigue en el hapkido.

Una serie de televisión de los años 70 del siglo pasado, marcó la infancia de Víctor David Medina Pasarán para iniciarse en el sendero de las artes marciales, un camino de más de 50 años que ha mantenido armonizado con la acupuntura, ya que, como dice: “si en esta práctica uno aprende a golpear, también debe saber curar”.

El maestro Víctor David Medina, quien cuenta con el grado de 5º Dan en Taekwondo, acude cada sábado a los entrenamientos de la Asociación Hapkido Alliance, en el Deportivo Oceanía de la Ciudad de México (CDMX), en la que forma parte del cuadro de instructores y donde desarrolla planes de entrenamiento, con base en la lucha olímpica, para la defensa personal y competencia.

Pareciera que no hay relación entre estas disciplinas, pero es parte de las diferentes prácticas que ha tenido y sigue haciendo a sus 59 años de edad.

En una charla, Víctor David Medina Pasarán, comentó, de manera sencilla y modesta, que su deseo por aprender artes marciales nación en su infancia, luego de ver la serie de televisión de “Kung Fu”, con David Carradine, donde además de las aventuras, se abordaban aspectos de filosofía oriental.

Este anhelo por practicar, hizo que, a los 8 años de edad, comenzara a entrenar karate de manera informal con uno de sus hermanos, hasta que a los 13 años comenzó a practicar judo con un profesor de apellido Liñián.

Mencionó que esta misma inquietud por practicar una disciplina lo llevó a la práctica de la lucha olímpica a los 14 años, donde bajo la guía del profesor Alfredo Olvera, quien en su época fue uno de los diez mejores luchadores del mundo, logró ser campeón panamericano en el estilo libre y en representación del Instituto Politécnico Nacional (IPN), donde a los 16 años ya estudiaba el nivel bachillerato.

Sin embargo, comentó, su deseo por entrar a una escuela de artes marciales seguía persistente, y debido a que no logró dar con una escuela de kung fu, como era su sueño, decidió buscar otra opción y fue que llegó a una escuela de karate, donde a pesar de esperar que fuera atendido, no ocurrió así.

Esto solo lo motivo a que seguir su búsqueda, hasta que sus pasos lo llevaron a la zona de Lindavista, donde fue a dar a una escuela de Moo Duk Kwan, donde entro y se inscribió para probar un par de meses qué era entrenar taekwondo.

Pero esto no fue así, como él menciona, esos meses se prolongaron y a los 16 años de edad inició su entrenamiento formal bajo la enseñanza del maestro Ernesto Morán Saldívar, además de que de ahí comenzó a relacionarse con varios practicantes que han llegado a ser pilares del taekwondo en México, así como del mismo Dai Won Moon, considerado el padre del taekwondo en México.

Copia de Certificado de Cinta Negra de la World Taekwondo Federation a Víctor David Medina Pasarán.

Como practicante de taekwondo y estudiante del IPN, Víctor David Medina comenzó a dar clases del arte marcial con gran éxito y con sus recursos propios en los años 1981-82, años en los que inició el trabajo para que esta disciplina fuera reconocida por las autoridades de la institución.

Luego de muchos esfuerzos, en 1990 logró que la Dirección de Actividades Deportivas reconociera el arte marcial fuera reconocida como disciplina oficial y se creara la Asociación de Taekwondo del IPN.

Su labor fue reconocida al quedar al frente de la asociación, donde llegó a forjar campeones de la casa de estudios, tres de los cuales llegaron a competir en mundiales universitarios, hasta que en 2003 tuviera que dejar el cargo donde trabajó sin paga, solo como se dice, “por amor al arte”.

En este lapso de tiempo, Víctor David estudió y practicó como paramédico, conocimientos que los aplicó en los practicantes que resultaban lesionados, además de que al dejar el IPN, lo llevó a estudiar la acupuntura.

Como él lo refiere, la combinación de taekwondo y acupuntura la realiza bajo el principio de que “si en esta práctica uno aprende a golpear, también debe saber curar”. Esto mismo fue lo que lo llevó a conocer al maestro Arturo Herrera Cid, quien además de coincidir en este método de la curación con agujas, también formaba parte del grupo e instructores de la Asociación de Hapkido Alliance México.

Víctor David Medina comentó que esto marco otro inicio en la práctica de este sistema de defensa personal coreana, así como la técnica marcial de Kyusho, donde la manipulación de puntos de energía está íntimamente ligados a sus conocimientos y práctica de acupuntura.

Pero esto aún sigue; ahora, gracias con base a sus conocimientos en las diferentes disciplinas, forma parte de cuadro de instructores de la Asociación de Hapkido Alliance, donde además de tomar clases, desarrolla planes de entrenamiento, con base a la lucha olímpica, tanto para la defensa personal como la competencia para los grados avanzados.

Respecto a lo que este sendero en las artes marciales ha representado, el maestro Víctor David comenta que, desde el inicio, este recorrido marcó su vida, ya que además de contar con un buen estado de salud, las disciplinas con su filosofía y principios han sido su existir.

“Han sido un estilo de vida que me han dado espíritu de batalla, equilibrio y muchas alegrías en cada práctica… y lo que me falta”.

Fotos ©Sendero Artes Marciales.

 

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