Reza un dicho: “la edad está en la mente”; y si a esto se suma la disciplina y una actitud positiva para lograr una vida de calidad, Don Adrián García Valadés es un claro ejemplo de todo lo que esto representa a sus casi 78 años de edad, como exponente del arte marcial de Choy Lee Fut que practica rigurosamente, desde hace dos décadas.
Vivir el kung fu Choy Lee Fut
Un día de su entrenamiento inicia a temprana hora con un calentamiento y sigue con intensos movimientos a manos libres ─propios de este estilo marcial─ que, en esta ocasión, las realiza al lado y al ritmo de su compañero de 25 años, Adrián Rojo Sandi, ambos bajo las indicaciones de Sifu Héctor Rojo Gómez, representante en México de Choy Lee Fut, de la Familia Chan.
Tras unos minutos se da una pausa, pero solo de segundos, para que cada uno se coloque seis aros metálicos de cobre y zinc en cada brazo (que en conjunto pesan al menos 4 kilos), para realizar golpes y bloqueos con fuerza y firmeza, lo que provoca el choque de los anillos que emiten una vibración especial que se percibe en el mismo ambiente.
Aunque el sudor comienza a notarse en sus frentes, la respiración y las posiciones son controladas y al ritmo de cada movimiento. Otra breve pausa, solo para quitarse los aros y pasar a la práctica de puñetazos de frente y giro contra un implemento para golpeo conocido como “gobernadora”.
El ímpetu de los movimientos físicos se calma un poco, solo para pasar al rigor del trabajo con la energía interna a través del Qigong o Chikung, para estimular y fortalecer órganos y fluidos internos, así como la energía vital.
Ahora sí, las gotas de sudor ya escurren sobre sus rostros; pero aún falta más. Sigue el fortalecimiento de brazos, para lo cual, Sifu Héctor Rojo Gómez ordena un movimiento en el que Don Adrián García Valadés y Adrián Rojo Sandi deben chocar sus brazos entre sí, con fuerza y firmeza.
Otra pausa de segundos, pero solo para volver a colocarse los anillos de metal, ya que es momento del fortalecimiento de la parte media del cuerpo, para lo cual se sientan en el suelo, levantan extremidades y comienzan a subir y bajar los brazos, además de golpear el abdomen, lo que hace que nuevamente los aros metálicos emitan esa vibración especial.
Sigue una rápida corrección de posiciones de Choy Lee Fut, así como un poco de elasticidad y unas “lagartijas de carretilla”, con lo cual se cierra la sorprendente clase de este día.
Entrenamiento intenso, salud y paz interna
En charla tras la vigorosa clase y ya en reposo, Adrián García Valadés comentó que su primer acercamiento con el Qigong y el Taichi ocurrió hace más de 20 años, al aceptar una invitación para acudir a una conferencia sobre estas artes que impartió el maestro Ives Requena, en Tepoztlán, Morelos.
Recordó que lo expuesto en aquella ocasión, despertó su interés y los senderos hicieron que en un momento en que buscaba complementar los entrenamientos deportivos para sus hijos, uno de sus amigos le recomendó y presentó a Sifu Héctor Rojo Gómez para esta labor.
Las prácticas con sus hijos iniciaron, hasta que en una charla entre ambos surgió el tema del Qigong y Taichi, temas en los que Sifu Héctor Rojo Gómez le comentó ser practicante y maestro en estas disciplinas marciales tradicionales chinas del estilo Choy Lee Fut, de la Familia Chan.
A partir de ese momento, dijo, platicaron sobre la filosofía y en qué consistía todo el sistema de estas artes marciales y técnicas para la defensa personal, el fortalecimiento de la salud y la energía vital.
Del interés y la conversación, se pasó al inicio de sus prácticas que se han prolongado ya dos décadas, tiempo en el que cada día se adentra con dedicación para sentir y vivir los resultados de esta importante decisión para su vida.
“Ese fue el inicio de mis prácticas. Yo estaba pasando por una época en la que requería un acondicionamiento físico… Ha sido fundamental para mí, tanto para mi salud física y emocional, la práctica del Chikung y el Choy Lee Fut. Me ha ayudado mucho, en especial a la salud, con la meditación en movimiento que en realidad son el Chikung y el Taichi. Han sido fundamentales para mí”.
En este punto, Don Adrián García Valadés comenta una etapa complicada en cuestiones de salud que padeció en 2019 y 2020, donde tuvo que poner en práctica real los ejercicios, filosofía y disciplina aprendidos en el arte marcial.
“Por experiencia de enfermedades graves que viví en el 2019 y 2020, que como consecuencia provocaron en una anemia muy severa, tuve que hacer una práctica de un Chikung Lohan, muy enfocado a la salud y a la recuperación física, la cual se ha dado de una forma muy satisfactoria y completa”.
Precisamente, anota, además de los ejercicios de elasticidad y preparación física que hicieron, también practicaron el Chikung “Camisa de Hierro”, una técnica que le ha dado grandes beneficios en general.
“El Chikung ‘Camisa de Hierro’ me ha ayudado mucho en mi elasticidad y el fortalecimiento de mi cuerpo; pero, especialmente, de la fascia, que es la membrana que cubre órganos y músculos y que ha sido fundamental en la protección y reforzamiento de todos mis órganos internos y el manejo de la energía”.
Respecto al porqué del uso de los anillos metálicos, comentó que estos fueron traídos de China, especialmente para sus entrenamientos, ya que, al chocarlos entre sí, emiten una vibración especial que el cuerpo absorbe y ayudan al fortalecimiento de músculos, huesos y órganos internos, con lo cual complementa su práctica.
“Esta combinación junto con prácticas de meditación, ha hecho una práctica muy completa que, a mis casi 78 años de edad, me ha permitido tener una excelente calidad de vida, en el aspecto físico, mental y, sobre todo, en el aspecto emocional, porque también la práctica me lleva a una paz interna y satisfacción física en cuanto a la recuperación de mi salud”.
Las últimas palabras de Don Adrián García Valadés son acompañadas de una sonrisa y una mirada, con lo cual transmite las emociones y sensaciones a que hace referencia.
Disciplina, dedicación diaria, necesidad
Al preguntar sobre cuál sería ─por decirlo de alguna manera─, el secreto para lograr lo que su alumno ha logrado, Sifu Héctor Rojo Gómez afirma sin dudarlo: su disciplina y dedicación.
“Tenemos más de 20 años de amistad, desde entonces hemos trabajado todos los días, es una persona muy disciplinada que lo han llevado a hacer muchas cosas por su salud”. Aunque ha tenido algunos padecimientos en su salud, con el Chikung, su dedicación y disciplina, ha logrado sobresalir”.
“Es muy insistente en el entrenamiento, por ejemplo, si tenemos que hacer 20 flexiones, él se pone a hacer hasta 50 repeticiones, siempre avanzando en el entrenamiento, siempre logrando objetivos más allá de los planteados”.
Esto podría ser una parte, ya que la otra, por contradictoria que pudiera ser, es la presencia de una situación complicada, ya que esta obliga a poner en práctica, sin dudar, esta disciplina y dedicación para salir adelante ante cualquier situación, especialmente en el tema de la salud.
“Para lograr hacer cosas, uno de los aspectos que nos pone de ejemplo Don Adrián, y que lo vemos en los aspectos de su salud, cuerpo, mente y equilibrio, es la disciplina y ahí es donde viene y radica el secreto para cualquier actividad”.
Fotos ©Sendero Artes Marciales.