Un tema que ha sido punto de debates, y seguramente lo seguirá siendo por mucho tiempo, es el relacionado a ¿Qué es, o No es un Arte Marcial?, el cual es abordado por Sensei Víctor Granados quien con más de 30 años en la práctica y estudio del karate-do, comparte su reflexión y punto de vista sobre este asunto que se presentará en tres entregas.
Por Victor Granados[i]
Recientemente, en una conversación se debatía si cierta actividad era un arte marcial, una actividad deportiva, e incluso, ambas disciplinas a la vez. Dado que la palabra marcial proviene de militar, es decir, relacionado con la guerra, la posición de uno de los interlocutores fue que ellos consideran dicha ‘guerra’ como una ‘guerra interna’, para vencer los propios temores y limitaciones.
No coincido, puesto que bajo esa definición, cualquier deporte extremo, e incluso la danza interpretativa, serían artes marciales, pues llevan al practicante a estar en guerra consigo mismo para afrontarse y vencer sus propios miedos y limitaciones para superarse a sí mismo.
No. No es así. Con base a lo que se ha estudiado, las artes marciales no toman su nombre de una guerra interna, sino de una situación completamente práctica.
Incluso, en la biblioteca digital de Wikipedia se denominan a las artes marciales de una manera diferentes a la expuesta arriba.
“Las artes marciales ―o ‘artes militares’― son prácticas y tradiciones codificadas, cuyo objetivo es someter o defenderse mediante la técnica. Hay varios estilos y escuelas de artes marciales que habitualmente excluyen el empleo de armas de fuego u otro tipo de armamento moderno. Lo que diferencia a las artes marciales de la mera belicosidad o violencia física (peleas callejeras), es la organización de sus técnicas y tácticas en un sistema coherente, la adhesión a una filosofía de vida o código de conducta, y la codificación de métodos efectivos probados en la antigüedad. En la actualidad, las artes marciales se practican por diferentes razones, que incluyen la salud, la protección personal, el desarrollo personal, la disciplina mental, la forja del carácter y la autoconfianza. Además, puesto que el significado estricto es el de ‘artes militares’, por extensión se aplica a todo tipo de forma de lucha cuerpo a cuerpo y al uso de armas tradicionales como la esgrima antigua. Por esta asociación con la lucha y con las armas, la práctica incluye conocimientos relativos a sistemas que hoy día se han convertido en modalidades deportivas”.
También encuentro frecuentemente a practicantes y maestros de artes marciales ‘tradicionales’ que lo practican por esa misma ‘tradición’, pero no saben explicar por qué es un arte marcial y caen en una lógica de “lo que hacemos nosotros es un arte marcial y lo que hacen otros, no”, sin considerar que una práctica ‘vulgar y común’ que se practica dentro de una población y se transmite de una generación a otra, termina por ser una tradición. Yo tengo una definición específica.
Antes de proseguir con el tema, quiero aclarar que mi perspectiva está fundamentada en la práctica de más de treinta años de Karate-Do en diferentes escuelas en México y en Estados Unidos, aparte de apoyarme en investigaciones históricas realizadas por muy destacados artemarcialistas como Bruce Clayton (PhD, autor de Shotokan’s Secret) y Patrick McCarthy (traductor de Bubishi, la biblia del Karate-do)
Actualidad
Un arte marcial es una actividad de combate derivada de un enfoque militar o de guerra adaptada al público no militar con el objetivo de desarrollar cuerpo, mente y espíritu del practicante.
Un arte marcial completa incluye conocimientos que se mantienen fuera de la práctica cotidiana, para ser aplicadas solamente en combate real, prácticamente en situaciones de vida o muerte. Algunos artes marciales incluyen una parte deportiva, pero no todos.
El término de ‘arte marcial’ fue primeramente utilizado para designar artes japonesas y chinas que fueron las primeras que se popularizaron internacionalmente. Sin embargo, hay otros sistemas que caben perfectamente en esta definición, como Capoeira (Brasil), Krav-maga (Israel), Systema (Rusia) y otras.
Desafortunadamente, también existe la situación en la que otras actividades de combate pretenden auto-designarse artes marciales, pero su origen resulta ser completamente deportivo.
Atractivo de las artes marciales para civiles.
Los guerreros en la antigüedad eran admirados no sólo por sus habilidades combativas, sino también por su personalidad férrea, su determinación y dones de liderazgo, características que, aún en la vida civil, eran apreciadas y respetadas por los diferentes grupos sociales, incluso en tiempos de paz, por lo que se consideró de gran ventaja e importancia desarrollar una educación con estas bases, características y principios.
Podemos ver algunos ejemplos en la actualidad que siguen esta lógica, siendo las más representativas las escuelas militarizadas, e incluso, el servicio militar obligatorio.
Otra razón del porqué se ha estimado grandemente estas actividades, es el aspecto de la salud, gracias a que quienes las ejercen logran beneficios positivos y notables en este campo, muy por arriba de aquellos que viven una vida sedentaria y ajena a los rigores de una disciplina marcial.
Por poner un ejemplo, en la segunda mitad del siglo XIX, el promedio de longevidad o esperanza de vida de un granjero era de menos de 30 años, en tanto que emperadores japoneses y reyes okinawenses era cercana a los 40 años, lo mismo que un hombre blanco en Estados Unidos, con el común denominador que ninguno de ellos tenía la disciplina de una persona dedicada a las artes marciales.
Del lado de quienes practicaban un arte marcial, y hablando de los grandes maestros del karate-do originarios de Okinawa, se sabe que Azato pasó de los 75 años, Sakagawa e Itosu rebasaron los 80 años, Funakoshi y Matsumura vivieron más de 90 años.
Se puede seguir con estas estadísticas innumerables, tanto por pueblos y épocas, pero resulta extensamente evidente que, aparte de las características de personalidad y defensa personal, el vigor y longevidad eran considerablemente superiores en quienes se dedicaban a la práctica de artes marciales.
Para finalizar esta primer parte, cuando practicantes de artes marciales abrieron la enseñanza al público civil, la transmisión de conocimientos de defensa personal fue sólo uno de los atractivos. Pero, posteriormente, el desarrollo de habilidades sociales y personales, así como la contribución a la buena salud fueron otras de las razones importantes por las que fueron ampliamente adoptadas.
[i] Sensei Víctor Granados estudió y practicó de 1980 al 2000 el Sistema Técnica de Desplazamiento Angular (TDA), Casa del Sol, del Prof. Juan Leonel Sierra, en el Distrito Federal (DF), fue instructor asistente 3 años e instructor titular de la Preparatoria 8 de la UNAM, Deportivos del DF a lo largo de 14 años, hasta que viaja a los Estados Unidos para radicar y donde de 2000 – 2004 Practica en el sistema Wa-Te Ryu (sistema de Karate de Okinawa) en Simi Valley, California. 2004 – 2014 Entrenamiento en Shotokan versión ISKF en la ciudad de Newbury Park en California, donde después de 3 meses de entrenamiento de transición, fue aceptado entre los terceros danes del grupo. A petición de maestros de la zona, ha impartido seminarios de combate, técnicas de pateo y defensa personal.
Actualmente y por recomendación de Sensei Mike Sydowski, realiza estudios comparativos de documentos redactados por practicantes que han ido a Okinawa a realizar estudios sobre el karate-do en su forma original.
Asimismo, realiza proyectos y estudios relacionados con el karate y otras artes marciales, que incluyen las etapas finales de un desarrollo de metodología modificada para enseñar Karate-do a niños con autismo, cubriendo varias de sus necesidades especiales tales como dificultad de transiciones, inclusión, integración sensorial, sicomotricidad fina, propriocepción hipo-desarrollada, etcétera.
Arte Marcial:
Arte = técnica + sentimiento.
Marcial = contienda, confrontación, enfrentamiento, guerra.
Por consiguiente, un arte marcial es el manejo del sentimiento de contienda bajo una técnica.
Muy acertado e interesante su comentario, gracias por compartirlo.