Un grupo de actrices y artistas marciales unirán sus talentos para presentar una interesante y peculiar clase muestra denominada “Kung Fu Lenguaje Escénico”, como una vía para fusionar ambas expresiones en un montaje teatral, así como para el enriquecimiento mutuo de la actuación y la práctica marcial.
“Estado Salvaje”, es el título de la obra escrita por Yaride Rizk, practicante de kung fu estilo Wudang, quien durante un ensayo comentó sobre la propuesta que es parte de la Compañía Trasatlántico, creada en 2016 con artistas marciales y actores.
“Estamos en mi escuela El Camino de Wudang – Centro Wuji, y justo estamos preparando un montaje que tiene la peculiaridad de ser una fusión de teatro y kung fu como lenguaje escénico”.
Quien también es creadora de teatral y cinematografía, mencionó que este trabajo se habla sobre el salvajismo humano, en relación a la competencia y la manera en que el sistema capitalista productivo ha llevado a una demanda y ansiedad por la victoria.
En este montaje, mencionó, colaboran la actriz Romina Di Nardo, así como Constanza Carando y María del Mar Bravo, ambas activas en el mundo de las bellas artes y practicantes marciales, quienes han encontrado en estas disciplinas una manera de enfocar y dirigir su energía para la expresión corporal y escénica.
Para Romina Di Nardo, quien egreso hace cinco años de CasAzul Artes Escénicas Argos, será su primera experiencia en las artes marciales, gracias a la invitación de Yaride, lo cual representa todo un reto.
“Es algo totalmente nuevo, porque es vincular justamente una disciplina marcial con el teatro, es algo que representa un reto, es algo desconocido, pero, por lo mismo, me llama mucho la atención”.
“Cuando leí el texto me llamó mucho la atención, porque me gusta lo que comunica, porque estoy de acuerdo con la ideología del contenido que tiene la obra “Estado Salvaje”. Estoy muy emocionada, llevamos ya unos meses trabajando en el proceso creativo, descubriendo y aprendiendo mucho de ellas que ya llevan un rato con el trabajo de esta disciplina”.
Mencionó que lo poco que ha observado del kung fu le ha sido de admiración, toda vez que es una forma de canalizar y estructurar la energía, que da presencia escénica, lo cual, en la vida se refleja en la vida en general y que puede vincularse con el teatro.
“Tengo la espinita de querer aprender mucho más de artes marciales, por la energía corporal que se requiere, por lo que percibo en mis compañeras, que las hace moverse con otra fuerza, con más estructura, con mayor entendimiento de dónde colocar la respiración. Es un trabajo súper integral, donde no hay cabida a abandonar ciertas partes, todo el cuerpo, la energía y pensamiento están involucrados y eso es increíble”.
Constanza Carando, quien ha practicado artes marciales desde hace tiempo, aseguró tener la inquietud por las artes escénicas en general desde hace tiempo, por lo que participar en “Estado Salvaje” representa un gran lugar para experimentar y fusionar ambas artes.
“Lo había pensado, ceo que el tema de la obra se presta mucho para jugar con esta cuestión marcial, porque hablamos sobre la competencia, el éxito, las luchas, cómo la gente busca estar por encima del otro; estamos tratando de trabajar todo eso a partir del kung fu o las artes marciales en general”.
Por su parte, María del Mar Bravo, mencionó que, como bailarina y maestra de danza contemporánea y teatro físico, le es de mucho interés participar, ya que el arte marcial, específicamente el kung fu, está muy relacionado con la danza.
“Me interesa mucho el lenguaje y la exploración que se abarca a partir de estas hermanas del lenguaje corporal, que viene un poco también de las danzas rituales, el manejo de la energía y las posturas. Me evoca mucho hacia el contacto con la naturaleza y conectarme con el ‘estado salvaje’ y de cómo partimos de éste a las competencias para la supervivencia”.
“Lo que hace el kung fu en mí es moverme desde otro punto, reconocer y regular mi energía, mi conciencia, la manera en cómo me comunico con los demás, por qué me muevo, cómo me muevo, cómo las cosas más sutiles son las que penetran y dirigen nuestros esfuerzos, para tratar de sobresalir más que otros”.
En este punto, Yaride Rizk comentó que el objetivo principal de este montaje es, justamente, hablar de estos dos mundos y disciplinas que pueden encontrarse para dialogar juntas, así como la propuesta estética que es el kung fu y teatro juntos.
Con esta fusión, dijo, se busca generar una reflexión en la gente sobre la competencia que enseguida hacen presentar las palabras de éxito, fracaso, anonimato, sobresalir, seguridad, genialidad, talento, aprobación y reconocimiento, que son palabras parte de la competencia, sin que muchas veces se haga la pregunta ¿por qué competimos, para qué o para quién?
“Yo creo que la competencia es dual, es buena en la medida que te hace crecer como persona, pero se ha desvirtuado y ha pasado a ser una ansiedad por derrotar al otro y no de crecer”.
Pero, prosiguió, detrás de eso hay una vulnerabilidad muy fuerte, que es la que se busca evidenciar, ya que detrás de esa ansiedad de victoria hay un ser vulnerable que, quizá, “pide apapacho, que quizá pide que papá o mamá lo reconozcan”.
En cuanto a las oportunidades que pueden abrirse con este proyecto que se presentara en la clase muestra denominada “Kung Fu Lenguaje Escénico”, indicó esperar que la gente que hace artes marciales se abra a la riqueza escénica, en tanto que la gente de escena contacte con una disciplina marcial donde hay mucha riqueza, no solo golpes, sino un enriquecimiento del trabajo actoral, como la presencia escénica.
Finalmente, informaron que la clase muestra “Kung Fu Lenguaje Escénico”, se presentara el martes 7 de mayo, de las 11:00 a 13:00 horas, en las instalaciones de CasAzul Artes Escénicas, ubicada en la calle de Mérida, número 5, colonia Roma Norte, Cuauhtémoc, Ciudad de México.
