Con un paso notable por las décadas del 70 del siglo pasado, hasta el 2020, el hoy Grand Master (GM) Carlos Gómez de Olivera, es una personalidad destacada en las Artes Marciales de la Argentina.
En su infancia, decidió buscar herramientas para aprender a defenderse, debido a que notó que era una necesidad en su ambiente de vida, comenzando en sus inicios en el boxeo, hasta que presenció una exhibición del llamado Karate Coreano, o mejor dicho el Taekwon-Do original del General Choi. Ese día, vio las destrezas de aquellos practicantes y creyó que claramente ese era su camino.
Comenzó a practicar bajo las órdenes del Maestro Carlos Verdum, alumno de Nam Sung Choi, uno de los 3 históricos introductores del arte en Argentina. Ya en la categoría de Cinturón Azul, su maestro debió dejar de enseñar, motivo por el cual sus compañeros lo incentivaron a convertirse en Instructor.
Fue uno de sus tantos desafíos afrontados, pero a tan temprana edad y experiencia, una muestra de lo que sería a lo largo de su carrera, una persona que confía en su trabajo y se desafía permanentemente buscando lo mejor para él y su gente.
Acompañando por el GM Pedro Florindo, en los años 80 fue un baluarte de la Escuela Argentina de Taekwon-Do, institución de gran auge en Argentina y cuna de grandes exponentes, competidores, instructores y dirigentes.
Por aquellos tiempos, el entonces Sabum Nim Carlos observó que al Taekwon-Do le faltaba mejorar en el aspecto técnico relacionado a la Defensa Personal, fue entonces cuando se interesó por Hapkido, arte marcial del mismo país de origen que su raíz marcial, que cumplía con sus requisitos de búsqueda.
Con estos deseos de conocer más de esta disciplina, aprovecho cada viaje a Estados Unidos para incorporar aquellos conocimientos, entrenando con el GM Ji Han Jae, entre otros, el mismo que le pusiera el nombre al arte creado por Choi Yong Sool, y luego estrechando lazos con el GM Jun Chong y su escuela, para ser finalmente los representantes de su estilo en Argentina, e iniciando su propia escuela de Hapkido en la década del 90.
Su espíritu inquieto lo hizo incursionar con grupos de alumnos en diversas actividades, entre ellas el Kick Boxing y Full Contact, siendo por muchos años instructor de competidores destacados, y a la fecha continua su legado con clases en su instituto central bajo su asesoría.
Luego de un periodo de consolidación de sus escuelas, se establece la Asociación Hwarang de Taekwon-Do y Hapkido, trabajando en la primera con International Taekwon-Do Federation (ITF) y en la segunda con escuelas de Hapkido de Brasil, logrando participaciones destacadas en competencias a nivel nacional e internacional.
Siendo una vez más un ejemplo de humildad, en la década del 2010 se puso nuevamente un cinto blanco para disfrutar aprender el Haidong Gumdo, o el arte del Sable Coreano, obteniendo su cinto negro con exito y ampliando su extenso currículum marcial.
En la actualidad, el Grand Master Carlos Gómez de Olivera cuenta con su categoría de 9º Dan de Taekwon-Do ITF, y lidera la Alianza Argentina de Taekwon-Do, perteneciendo a FETRA ITF Argentina, reuniendo a varios Maestros en su línea técnica y proyectando un futuro prometedor.
Asimismo, siendo 7º Dan de Hapkido reconocido por la World Hapkido y Kumdo Federation (WHKF), tiene la representación para Sudamérica del estilo del GM Jang He Chang, de Corea, con gran relación con los hermanos de México para seguir creciendo en la región.
Sigue vigente y siendo fuente de inspiración y guía para jóvenes y experimentados, manteniendo vivas aquellas mismas ganas en la mirada, como cuando veía a aquellos pequeños coreanos saltando y golpeando, en la exhibición que lo hizo comenzar en este sendero de las artes marciales coreanas…
Fotos cortesía.