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Con la seguridad de que gracias a su empeño, esfuerzo y fortaleza para forjar su espíritu guerrero podrán alcanzar cualquier meta, niñas y niños de la Casa Hogar Margarita, A.C., presentaron su examen de promoción de grado y cinta en un evento especial.
El patio de juegos de la institución fundada por Loraine Keller, fue el espacio donde algunos familiares y amigos de la casa hogar acudieron como testigos especiales para presenciar el avance de los estudiantes del sistema de artes marciales aplicadas de la escuela New Generation System (NGS), dirigida por el profesor Luis Hernández.
En este día especial, la emoción y el nerviosismo se podían notar en los rostros de las niñas y niños, que entre ellos mismos se daban ánimos, ya fuera con una sonrisa, una mirada o una broma, al tiempo que acomodaban sus uniformes proporcionados por la institución ubicada al sur-poniente de la Ciudad de México.
Las manos sudorosas y sonrisas tuvieron que calmarse inmediatamente cuando los profesores de NGS dieron las primeras órdenes de formación para iniciar la evaluación, la cual dio inicio desde el calentamiento.
Uno tras otro, trascurrieron las series de ejercicios y movimientos, hasta llegar a las técnicas de defensa personal y combate especialmente desarrolladas para los integrantes de la Casa Hogar Margarita, que alberga a menores de edad en situación de riesgo y donde su fundadora y demás integrantes decidieron integrar las artes marciales como parte fundamental para el desarrollo de los infantes.
Para este caso, el objetivo principal del director de NGS, Luis Hernández, fue aportar, junto con sus instructores Fabiola Rojo Herrejón, Luis Alberto Aparicio y Fabián Salazar, fue enfocar su técnica de manera especial para dar seguridad y confianza a los menores de edad, un medio para enfocar sus emociones y energía positivamente a través de una disciplina marcial, junto con las herramientas para que puedan defenderse de una posible agresión.
Esta decisión lleva diez años aplicándose en Casa Hogar Margarita, bajo la responsabilidad de Loraine Keller, quien lleva gran parte de su vida dedicada a esta labor a favor de niñas y niños en situación de riesgo, gracias a la inspiración que le dejó su madre.
“Tuve la fortuna de tener una mamá que venía de muchas dificultades económicas, de muy poca educación. Mi mamá no pudo ni terminar la secundaria; pero aun, así siempre abogó por la educación de la gente. Ella puso esa semilla en mí, de buscar que los chavos tuvieran una buena educación y salud; y yo siento que la única forma de sacar a éste país adelante es con la educación”.
Además de esta necesidad y derecho, la ‘Señora Keller’ -como le dicen los maestros y alumnos de la Casa Hogar-, decidió que para este caso de sus alumnos, eran necesarios otros elementos para complementar la formación de los menores de edad, y éstos estaban en una disciplina marcial.
“Decidí integrar las artes marciales, porque yo siento que la educación no es solamente la escuela; lo más importante son los valores y los sentimientos. Aprender a manejar mis sentimientos, y en el caso de los niños, ellos aprenden a manejar su enojo o su defensa de una manera positiva, sin agredir, sin lastimar, pero protegiéndose ellos mismos”.
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Con esta idea, la encargada de la Casa Hogar ha seguido su deseo de aportar a los menores de edad herramientas que les servirán no solo para su estancia en Margarita, sino para toda su vida.
“Me parece que si todos los jóvenes que estuvieran en la calle pudiera saber esto, no estuviéramos perdiendo muchos jóvenes en las drogas y en el alcohol, tendríamos una mejor sociedad más pacífica”.
“Practico el Tai Chí Chuan, no es de defensa personal, lo uso más para la relajación; estas prácticas son positivas y pacíficas, aunque parezca que no, y de alguna manera empoderan a los jóvenes a saber usar su fuerza de manera positiva. Si todos los chavos que están en la calle tuvieran ésta posibilidad, no tendríamos a tantos jóvenes en las drogas, en el alcohol, matando gente y matándose ellos”.
No es retórica lo que Loraine Keller dice, ya que la experiencia de Casa Hogar se lo ha demostrado en la vida real.
“Lo más concreto e importante de las artes marciales es que enseñan valores, disciplina, esfuerzo y trabajo en equipo, así como a protegerme, cuidar mi cuerpo y proteger a los más débiles”.
“Aquí hemos tenido a mamás que han perdido a sus hijos que nunca estuvieron. Los perdieron porque los han visto muertos víctimas de la violencia en la calle, del alcohol y de estos problemas que ya conocemos”.
“Me llena de gusto que ninguna de las doscientas niñas que han pasado por Casa Hogar han terminado en el alcohol y las drogas; algunas ya son mamás, pero no tuvieron hijos antes de tiempo, no los tuvieron por accidente, los están cuidando de manera muy diferente y están teniendo menos hijos. Creo que ésta es mi muy pequeña aportación para los niños y esta ciudad, que estén mucho mejor”.
Esta aportación tuvo una recompensa invaluable, al momento en que se dieron a conocer los resultados de la evaluación y cuando los estudiantes que aprobaron el examen recibieron con emoción su nuevo grado, el premio ganado con su esfuerzo y que compartieron alegremente con la Señora Keller, quien también recibió felicitaciones, abrazos y besos de sus niños, así como por una medalla por su gran esfuerzo, de parte del profesor Luis Hernández y New Generation System.
Nota: todas las fotografías fueron tomadas con autorización de familiares, autoridades y personal de Casa Hogar Margarita, A.C. A todos ellos, expresamos nuestro sincero agradecimiento y reconocimiento por su gran labor.