Beneficios de las artes marciales en la niñez

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Si una madre o padre de familia busca que la práctica de un Arte Marciale sea una actividad duradera y satisfactoria para su hija o hijo, lo peor que puede hacer es obligarlo a practicarla para alcanzar los beneficios que éstas pueden aportar en su vida.

Antes que nada, debe tenerse presente que este pequeño ser es un infante con deseos de jugar y divertirse, por lo que se debe procurar desarrollar un concepto de juego y deporte, donde el principio de la victoria a cualquier costo sea el último  objetivo a seguir.

No se debe olvidar que el aspecto lúdico es fundamental para el pequeño.

Tenemos que conseguir que el infante entienda la competencia como una posibilidad de superación y evaluación, y que la situación de competir sea una manera de “ganarse a uno mismo y hacerse mejor”, hacerle ver que el “enemigo a vencer” es uno mismo, y no a un adversario o compañero, pero de manera divertida.

El ambiente de libertad y espontaneidad que existe en el juego le permite la exploración y búsqueda de soluciones, le brinda la oportunidad al niño de relacionarse con los demás con alegría y satisfacción.

El aprendizaje al vapor, que produce rápidos aumentos del rendimiento, suele traer como consecuencia posteriores estancamientos y desarrollos insuficientes para etapas posteriores.

El aprendizaje debe ser pedagógico, progresivo, sistemático y variable. No siempre la madurez necesaria para iniciar una disciplina deportiva depende de la madurez biológica, sino también de la psicológica, y éstas no siempre coinciden totalmente en la edad evolutiva.

No podemos tener normas de conducta autoritarias, sino criterios claros que se apliquen en cada caso. No debemos tener prisa y preocupación en conseguir ejecuciones perfectas  y resultados deportivos, sino que es preciso permitir al niño que se enfrente a sus propias dificultades y descubra, ayudado por mamá, papá e instructores, las mejores soluciones para él, lo cual se verá reflejado en el beneficio de su confianza y seguridad.

Es necesario establecer un programa de entrenamiento  para el niño, es decir, un entrenamiento que ayude al desarrollo de aptitudes motrices que se diferencie del entrenamiento de alto rendimiento.

En las Artes Marciales tanto el niño como el adulto se enfrentarán a un nuevo mundo de movimientos y ejercicios a los que no están acostumbrados, descubrirán  nuevas rutinas que deberán ir asimilando y ejecutando con naturalidad.

Es en el niño o niña, donde la necesidad de reconocimiento afectivo condicionará no sólo su aprendizaje, sino también su posterior personalidad, la evolución y el desarrollo de su inteligencia y autoestima.

Es dentro de esta evolución de su personalidad donde el Arte Marcial orientará al niño en el camino del respeto a los demás, del afán de superación, del rechazo a la violencia, y fomentará la seguridad en sí mismo al alcanzar progresivamente metas que anteriormente le parecían difíciles o insalvables.

Existen una serie de variables en el niño determinantes para todo aquel que tenga relación con su educación:

  • Biológicas: el niño tiene un potencial hereditario que hay que estimular.
  • Experiencia adquirida: basándose en los aprendizajes que el propio niño ha ido construyendo, el maestro debe conseguir una actitud de continua motivación para que el niño vaya desarrollando un aprendizaje más abstracto y más complejo.
  • Dinámica familiar: el niño debe encontrarse siempre en un ambiente afectivo de seguridad y bienestar, nunca ha de temer al contrario como alguien que intenta agredirle sino como un compañero del cual puede aprender y al que también puede ayudar. No olvidemos que los niños reproducen actitudes y comportamientos.
  • Medio social y cultural: los niños son un reflejo de lo que demanda la sociedad, habrá que estimular en ellos ideas positivas como: los beneficios de practicar deporte, los principios y valores que debe seguir una persona íntegra y eliminar los sentimientos de violencia, rencor, envidia, comunes en nuestra actualidad, y evitar que se sientan rechazados por la sociedad.

También tendrán la oportunidad de conocer y diferenciar otras culturas como las asiáticas  que son  tan diferentes pero  que puede ser tan similar como la mexicana.

En resumen, podemos decir que el niño que practica un Arte Marcial no adquiere solamente unos conocimientos de autodefensa que le puedan servir en un futuro ante una agresión (bullyng), sino que su práctica:

  • Ayudará a la constitución de una personalidad sana, estable y equilibrada.
  • Colaborará en el logro de una adaptación psicosocial.
  • Estimulará el desarrollo de aptitudes propias.
  • Fomentará la formación de hábitos corporales sanos (ataque a la obesidad).
  • Desarrollará sus habilidades motrices y capacidades físicas básicas.
  • Canalizará su energía espiritual en beneficio propio y colectivo.
  • Facilitará su autonomía, autoestima y responsabilidad personal.

 

 

Fuentes
https://www.waece.org/
https://es.calameo.com/books/
https://www.academia.edu/9607613/Proyecto_de_Investigaci%C3%B3n_Artes_Marciales_y_la_sociedad_De_Renzo_Gustavo_Marin_2014_._Profesorado_de_Educaci%C3%B3n_F%C3%ADsica_ISPEL_No_3
https://html.rincondelvago.com/ejercicio-fisico-en-edad-escolar.html

 

 

 

4 COMENTARIOS

  1. Gracias!!!
    Una pregunta
    Cuales son las habilidades motrices y capacidades físicas básicas que desarrolla El Niño o niña y como se le pueden desarrollar si no se tiene la posibilidad de practicar un deporte
    Si me pueden. Informar se los agradezco

    • Gracias por escribirnos, vamos a investigar cuál es el lugar más cercano a donde vives, en estos días damos la respuesta…

      Feliz 2015

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