El ejercicio mejora las afecciones respiratorias provocadas por el COVID-19, demostró un estudio científico elaborado por el Centro de Investigación Biomédica de Leicester del Instituto Nacional de Investigación Sanitaria de Reino Unido.
El estudio realizado por un grupo de investigadores fue publicado el 6 de mayo del 2021 por la revista Chronic Respiratory Disease, luego de un seguimiento a 30 pacientes con síntomas duraderos de esta enfermedad, quienes completaron un programa de rehabilitación con diferentes rutinas de ejercicio de seis semanas.
El artículo se encuentra en inglés con el título “Early experiences of rehabilitation for individuals post-COVID to improve fatigue, breathlessness exercise capacity and cognition” (Experiencias tempranas de rehabilitación para personas después de COVID para mejorar la fatiga, la capacidad de ejercicio de disnea y la cognición).
En este, se anota que personas con síntomas duraderos de COVID-19 se les debe ofrecer un programa de recuperación integral y señala que el grupo de 30 individuos completaron un programa de rehabilitación de 6 semanas, dos veces supervisado, donde demostraron mejoras estadísticamente significativas en la capacidad de ejercicio, síntomas respiratorios, fatiga y cognición.
Indica que “no se registraron eventos adversos graves y no hubo abandonos relacionados con el empeoramiento de los síntomas. La rehabilitación de COVID-19 parece factible y mejora significativamente los resultados clínicos”.
El programa incluía ejercicios aeróbicos, como caminar o utilizar una cinta de correr y entrenamiento de fuerza de brazos y piernas ─similares a los que se practican en las artes marciales de bajo impacto─, con una mejora estadísticamente significativa en la capacidad de ejercicio, medida por las puntuaciones de la distancia recorrida y la capacidad de continuar sin descanso mediante pruebas de caminata incremental y de resistencia.
También descubrieron que la fatiga mejoró en 5 puntos en la Escala de Fatiga de la Evaluación Funcional de la Terapia de Enfermedades Crónicas (FACIT) durante el periodo de seis semanas. Además, los participantes demostraron una mejora en su bienestar general y en su cognición, según las mediciones de las herramientas de evaluación clínica estandarizadas.
El estudio señala que los programas de rehabilitación deben tener como objetivo “proporcionar un enfoque holístico y multifacético para controlar los síntomas posteriores al COVID”. Los médicos deben apuntar a individualizar los programas y monitorear los eventos adversos y los síntomas, dada la evidencia limitada en el campo.
“Para concluir, un programa de rehabilitación para ayudar a las personas con síntomas de COVID prolongado es seguro y demuestra mejoras en la capacidad de ejercicio y síntomas de disnea, fatiga y cognición”.
Fuente Chronic Respiratory Disease, Early experiences of rehabilitation for individuals post-COVID to improve fatigue, breathlessness exercise capacity and cognition. Foto: archivo ©Sendero Artes Marciales.