Por Concilio de Maestros de las Artes Marciales de España/Alfonso Acosta Gil, colaboración
Las enseñanzas de las artes marciales nos inculcan a tener un comportamiento honorable en la práctica cotidiana, e incluso, en el combate, luchando dignamente, respetando a nuestro adversario y usando el juego limpio como muestra de honor, caballerosidad y dignidad.
De esta forma, nuestro carácter se forja en la nobleza y en la espiritualidad que nos diferencia de un delincuente o un peleonero común. Que no usa normas, ni caballerosidad, solo juego sucio, la oportunidad y el engaño.
Las artes marciales se basan en estas normas de RESPETO, que hacen que cuando MENTIMOS sobre nuestros progresos deportivos o nuestros grados en artes marciales, sea un PECADO IMPERDONABLE y la mayoría de practicantes detestan este tipo de comportamiento.
Maestros que en apariencia respetan estos valores, cuando se investigan por Internet su pasado, uno se da cuenta que sus palabras y su comportamiento eran tan ficticios como sus cinturones.
De ellos no encontramos indicios claros de su pasado, dónde y con quiénes entrenaron, quiénes los examinaron y firmaron sus cinturones. Tampoco conocemos los años de práctica que dedicaron para conseguir esos niveles, de tal modo que muchos de ellos fueron forjando su propia trayectoria en base al engaño, justificando pertenecer a un linaje noble o simplemente se atrevieron a inventar su propio arte marcial buscando que otros de similar actitud los reconocieran.
Este comportamiento, cada vez más extendido por Internet, convierte a las artes marciales en una burla, en un CIRCO.
Engañar a un alumno o a tus semejantes con este tipo de acciones impropias de un verdadero practicante, te rebajan al punto opuesto de lo que es un guerrero valiente, de honor, de decencia y de comportamiento de altura. Convirtiendo a ese personaje en un maestro de parodia y teleñeco, abocando a quienes han confiado en ellos a un futuro tan incierto como deshonroso.
Portugués
Estado de Honra Do Samurai. Não há diferença entre falar e fazer.
Os ensinamentos de artes marciais que ensinamos ter um comportamento honrado em prática todos os dias e até mesmo em combate, lutando com dignidade, respeitar o nosso adversário e usando fair play como um símbolo de honra, cavalheirismo e dignidade.
Assim, o nosso caráter é forjado na nobreza e espiritualidade nos diferencia de um criminoso ou um peleánte comum. Não usar padrões, ou cavalaria, única jogo sujo, oportunidade e decepção.
As artes marciais são com base nestas regras de respeito, eles fazem isso quando mentimos sobre o nosso progresso e nossos graus ostenta artes marciais, é um pecado imperdoável, e a maioria dos praticantes odeio esse tipo de comportamento.
Professores aparentemente respeitar estes valores, quando investigados por Internet seu passado, percebe-se que as suas palavras e comportamento eram tão fictícia como seus cintos.
Neles encontramos evidência clara de seu passado, onde e com quem eles treinados, que os examinou e assinaram seus cintos. Também não sabemos os anos de prática dedicados para alcançar esses níveis. Assim que muitos deles foram forjando seu próprio caminho com base no engano, justificando pertencem a uma linhagem nobre ou simplesmente se atreveu a inventar a sua própria arte marcial buscando outros atitude semelhante reconhecê-los.
Esse comportamento Internet cada vez mais generalizada de artes marciais se tornar uma paródia, em um circo.
Um estudante ou enganar o seu companheiro com tais ações impróprias de um verdadeiro praticante, você rebaixar o oposto do que um bravo guerreiro, honra, decência e comportamento de ponto alto. Esse personagem se tornar um mestre da paródia e Muppet, defendendo aqueles que confiaram-los para um futuro tão incerto como desonrosa.
Agradecemos el texto y traducción por parte del Concilio de Maestros de las Artes Marciales de España/Alfonso Acosta Gil
Hola de acuerdo con el.comentario documental, y si me permiten añadir algo más en la actualidad el arte marcial se esta deteriorando, su filosofía y sus códigos del bushido se están dejando al olvido y lo peor es que se crean instituciones con diversos nombres o denominativos donde se alcanza facilmente rangos altos de cintas negras de 8, 9, 10, 12 dan sin dar cumplimiento a los principios elementales de practica y los tiempos por tanto ahora siento cuanta razon tenia un maestro mío que señalaba ” lo que hace maestro de arte marcial es su dedicación, su entrenamiento fisico, mental y filosofico en la busqieda del verdadero camino”, cuanta razón tenía porque luego de 45 años de dedicación siento que el arte nuestro dejo de ser arte para pasar al olvido y hacer lucro de ello. Bueno simplemente es una humilde opinión que ojala los grandes maestros puedan considerarla y hacer algo por el arte marcial. OSS