Una verdadera prueba resistencia que pocos practicantes de artes marciales y atletas logran superar es la de este 2 de febrero, cuando en México se festeja el Día de la Candelaria y se enfrenta el reto de evitar darse un buen atracón de tamales.
Además del gran antojo, esta situación podría ser complicada, e incluso, llegar a provocar estrés, sentimientos de culpa por eso de la dieta y propósitos de año nuevo para bajar de peso, situación que no te sucedería si conocieras las propiedades nutricionales que aporta este platillo prehispánico.
A diferencia de muchos ‘fast food’ o comidas rápidas, un tamal, sean de dulce, enchilados o salados con su respectivo atole, e incluso las famosas tortas de tamal o ‘guajolotas’, cuentan con propiedades nutricionales casi a la par de un platillo completo bien servido, ya que por lo general cuentan con rellenos de verduras, frutas, lácteos o carne, lo que a su vez lo convierte en un alimento versátil.
Se dice que hay por lo menos 400 tipos de este platillo de origen prehispánico, que por su grasa vegetal o animal proporciona altas cantidades de energía, a la cual se suma la masa de harina de maíz con la que se elaboran, ya sean cocidos al vapor o al horno.
Aportes
Por sí solo, el maíz es fuentes de fibras, carbohidratos como almidón, fibra y azúcares que, al estar rellenos con carne de puerco, res o pollo, aporta proteínas animales, así como vitaminas A, B3 y B9, así como potasio, fósforo, calcio, magnesio y sodio.
También contienen carbohidratos, vitamina B1 o tiamina que permite el correcto funcionamiento del sistema nervioso y muscular, ácido fólico esencial para asimilar el hierro, la vitamina B12 y los aminoácidos.
Por lo que se refiere a los rellenos de queso, estos dan su dotación de proteínas, fósforo y calcio, que ayudan a la salud de los huesos y el fortalecimiento de articulaciones y tejido blando en los músculos.
Para no entrar en conflicto que afecten el deleite de saborear un tamal con su respectivo chapurrado o atole de otro tipo, dejamos los siguientes datos para que cada uno haga sus cálculos de acuerdo a su antojo y decisión para activarse.
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- El organismo requiere de 1500 a 2000 calorías al día.
- Un tamal promedio pesa 300 gramos.
- Por cada tamal se consumen de 360 a 459 calorías, dependiendo de los ingredientes
- 400 calorías representan 4 cucharaditas de grasa.
- 1 taza de champurrado 180 calorías.
- Para quemar y balancear 400 a 450 calorías se requieren de al menos dos horas de ejercicio.
- Amantes de las ‘guajolotas’ sumar 1 bolillo o telera de 120 a 145 calorías.
- Taza Champurrado
- 348 calorías.
- 15 gramos de grasa
- 77 gramos de carbohidratos.
- 8 gramos proteína.
- Ahora, ya solo resta hacer cálculos, planear rutinas y a disfrutar esta tradición culinaria.
Fuentes: Cuidado de la Salud, Fundación Carlos Slim – Cliki Salud, Cocina Delirante. Fotografía tomada de la web.